Un perro sano consumirá la cantidad de agua que requiere por sí mismo, pero una situación extraordinaria podría llevarlo a no hidratarse correctamente. Estas situaciones son las que podrían poner en riesgo su salud y se presentan de manera inesperada.
Por esta razón, será necesario que estés al pendiente de cualquiera de los síntomas de deshidratación. Si bien podrían presentarse de forma aislada, lo que será significativo será el conjunto de ellos, aunque uno por sí solo ya es una señal de alerta.
- ¿Agua fresca o suero?
El agua es lo ideal para que tu perro consuma día a día, mientras que el suero sólo debes reservarlo para casos de emergencia (siempre y cuando el veterinario lo apruebe). También debes considerar que, aunque el tazón de tu perro esté rebosante de agua, si ésta no es fresca, podría ignorarla y comenzar a deshidratarse. Procura que el agua esté en la sombra, sobre todo, si el clima es cálido; si esto no te es posible, puedes agregar algunos trozos de hielo para refrescarla.
- Agua purificada
Si quieres reducir las infecciones al mínimo, deberías considerar el agua que le brindas a tu mascota: la proveniente del grifo puede contener múltiples parásitos, los cuales, podrían causarle enfermedades, como diarrea o vómitos que acentúen la deshidratación.
- Lleva un suero a las aventuras fuera de casa
Si gustas de realizar actividades al aire libre, considera llevar suficiente agua para hidratarlo correctamente porque un día de ejercicio (en un clima cálido) podría causar que tu perro sufra deshidratación.
¡Esperamos que tu perro se mantenga sano durante el verano con nuestros consejos!
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