Mosquitos, pulgas, garrapatas, alergias y otros parásitos están más presentes que nunca con la llegada de la primavera, momento en el que aumenta su población cuyas picaduras generan molestias y pueden transmitir enfermedades graves, como leishmaniosis y dirofilariosis.
Los perros, al igual que los seres humanos, también sufren alergias primaverales. Como consecuencia del cambio climático, los elevados índices de polen y brotes de gramíneas, los peluditos pueden sufrir diferentes síntomas. Las rutinas en esta época cambian: las salidas al campo y los paseos se prolongan, por lo que hay que prestar atención si tu mascota manifiesta alguno de los siguientes síntomas:
- Picor intenso
- Lagrimal congestionado
- Moquillo
- Estornudos
- Sacuden las orejas con frecuencia
- Se lamen mucho las patas debido a una lesión cutánea (prurito)
- Piel con rojeces
La mayor parte de las consultas veterinarias en primavera son por problemas dermatológicos, cuyo origen en la mayoría de los casos puede ser alérgico. En estos casos debemos acudir a la clínica veterinaria para realizar las pruebas necesarias y asignar un tratamiento adecuado para combatir la alergia en caso de ser detectada.
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